Lo que Pak nos propone en este primer acto es un crossover tan manoseado como atípico, el guionista plantea el esperado conflicto entre ambos que debe proseguir hasta la colaboración conjunta que posibilitará la derrota del villano de turno, pero además, complicando la fórmula en un movimiento inesperado para una colección que recién empieza, sumerge a los protagonistas en una realidad alternativa donde conocerán a sus contrapartidas de Tierra 2, unos Batman y Superman maduros que concuerdan mucho mas con las versiones clásicas de ambos personajes, rehuyendo la táctica editorial habitual para colecciones incipientes de no complicar las cosas y ofrecer una tabula rasa de la que los nuevos lectores puedan despegar sin problemas. Aquí nos encontramos desde el primer momento con mundos paralelos, héroes alternativos (y ya desaparecidos) en un ejercicio de continuidad que podría despistar a lectores recién llegados.
La jugada de Pak puede parecer inapropiada en cuanto quizás preferiríamos partir de una historia mas a ras de suelo con el protagonismo centrado exclusivamente en los héroes que protagonizan sus cabeceras mensuales y que nos permitiera profundizar mucho mas en su incipiente relación. Esta sensación se incrementa cuando nos damos cuenta de cual es la intención última del guionista, no tanto indagar en la nueva relación Supes-Bats cuanto en la de ambos con sus respectivas encarnaciones clásicas. Algo quizás a priori redundante y sin duda innecesario, pues solo resulta confuso para el nuevo lector y superfluo para el que conoce a los personajes y viene de reconocer esas diferencias en las colecciones que protagonizan por separado. Que el nuevo Superman es mas anárquico que el de la edad de plata, el nuevo Batman es muchísimo mas antipático o que ambos son perseguidos por la ley es algo obvio a estas alturas y sin embargo para Pak parece necesario remarcarlo dado que su intención es la de mostrarnos como estos dos héroes están hoy tan cerca el uno del otro como lo estaban en los años cincuenta o sesenta cuando ambos eran inquebrantables paladines de la justicia unidos por la amistad, con la salvedad de que si en aquel momento caían del lado heroico de Superman en esta ocasión parece que sea la vía gris del murciélago la que predomine incluso en un joven, y también maltratado por su doble orfandad, kryptoniano. Esta es una idea muy sugerente porque vendría a remarcar el hecho (al que asistimos desde el comienzo de New 52 y que también intuimos en el film Man of Steel) de que Superman se aleja lentamente de su condición de ideal hacia páramos más ambiguos cercanos al prototipo narrativo de héroe que parece gustar hoy. Sin embargo al final de la historia Pak termina rehuyendo esta posibilidad y nos ofrece (quizás demasiado gráficamente aunque con poética belleza) de nuevo una representación mas clásica en la que Clark solo desea abrazar su parte humana y Batman su mitad mas monstruosa y atormentada.
El dibujo de Jae Lee se esfuerza en mostarnos las diferencias entre ambos heroes, per también sus similitudes, como su condición de huerfanos.
¿puede el rostro de Superman ser tan oscuro como la máscara de Batman?
Este planteamiento algo inadecuado no es sin embargo óbice
para disfrutar de los puntos fuertes de este arco inicial, el guión se muestra seguro
de sus ideas y la narrativa es increíblemente precisa y escueta, aportándo la
información que requerimos e incluso ofreciendo detalles de ingenio pero
ocupando siempre un mínimo espacio que permita a Jae Lee lucirse. El dibujo de
este describe el camino inverso a los guiones, complejidad formal y
abstracción rebosante que en muchas ocasiones no cumple con su labor narrativa en
función de unas instantáneas espectaculares, y que si bien son a veces
elegantemente expresivas y relucen increíblemente en las splash pages en otros instantes
se presentan torpes en los rostros y algo perezosas, sempre parcas en fondos, y Lee ni
siquiera termina de dibujar completamente cada número posiblemente ahogado en plazos
de entrega.
La nueva serie que cruza los destinos de Superman y Batman
viene a rellenar en definitiva un hueco siempre importante en el universo DC,
la complementariedad entre sus dos grandes iconos, y ofrece buenos mimbres para
desarrollar de nuevo una amistad mas vieja que la mayoría de nosotros y que siempre
basculará en la fina línea que separa la admiración de la desconfianza. Pak,
como ya hiciese Byrne en su miniserie El
hombre de acero, nos deja claro en esta historia que la amistad clásica de
ambos personajes no tiene cabida en sus nuevas personalidades y sin embargo
apunta que de alguna forma podrían estar, al menos en estas aventuras iniciales,
bajo el manto de la inexperiencia, mas cercanos que nunca. Lastima que el final
abrupto de la saga parezca un episodio imaginario de aquella lejana edad de
plata, dejando este encuentro en el aire para no destrozar lo narrado por Geoff
Johns en el primer arco de la JLA y dejándolo todo listo para que, una vez mas,
en este reboot no cambie nada, Superman sea el caballero de brillante armadura
y Batman el verdugo al pie de la guillotina. Ángel y demonio. La eterna
dicotomía.
David Mayo.
David Mayo.
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